sábado, 31 de diciembre de 2011

Recuento de los daños, 2011

  • Leí menos de 20 libros, pero todos valieron la pena.
  • Mi chico me mandó al demonio por una niña.
  • Salí del clóset para tres personas.
  • Renuncié a intentar ser alguien que no era.
  • Intenté hacer algo al respecto, pero me entró el pánico y huí.
  • Me llamaron hijo, joven, muchacho, niño, sobrino, tipo, gañán, entre otros.
  • Conocí a la bebé más linda del mundo en el metro.
  • Cambié de username en Twitter.
  • Dejé de ir a box por flojera.
  • Comencé a escribir pseudo-poesía.
  • Abrí una cuenta en Tumblr.
  • No terminé de escribir “Si tuviera alas”.
  • Fabián extendió un poco más sus límites.
  • Ayleen se fue a esconder a un rincón.
  • El té se volvió mi adicción.
  • Dormí menos que de costumbre.
  • Comí más que de costumbre.
  • Volví a ver a mis amigos de Liceo.
  • Hice limpieza profunda de mi cuarto… ¡DOS VECES!
  • Por fin me gustaron mis lentes.
  • Me enamoré de Cuevana.
  • Me decepcioné de Cuevana.
  • Compré mi primer cárdigan.
  • Participé en un evento para romper un récord Guinness.
  • Me vestí de superhéroe en público.
  • Cumplí un año y medio en Periodismo.
  • Empecé a trabajar en El cafetín de las 5, una revista electrónica.
  • Subí de calificaciones.

No hay comentarios.: